La Mosca Luminosa
OTRABALSA, UNA EDITORIAL CON ESTRELLA PROPIA
Él se llama Felipe Restrepo David, editor de la editorial Otrabalsa, junto a su compañera y colega Viviana Restrepo ha hecho de la publicación un propósito de vida, y una manera de honrar la amistad. Ambos, hacen parte de Como en casa: de editores, libreros y escritores, proyecto ganador del Estímulo a la creación, producción y circulación Medellín con L de Letras de la Alcaldía de Medellín, 2021.

Existen personas que parecen, a simple vista, tocadas por una estrella, y no es un asunto astronómico, o astrológico; como los tripulantes de una balsa en medio del mar, tienen su mirada puesta en el horizonte de sus deseos, Felipe Restrepo David es una de esas personas. Aunque no es un creyente del destino, sí es muy de poner su mirada donde pone su corazón. Ya hace muchos años salió de su amada tierra Chigorodó, para embarcarse más allá del anhelo hacia el rumbo al que lo fueron llevando sus lecturas. Su biblioteca personal contiene una selección de libros que podrían ser también cartas de navegación, de ida y vuelta, como cuando atravesó la selva amazónica por río, a muchos días y noches de Sao Pablo, impulsado por los poemas de Carlos Drummond de Andrade, Manuel Bandera, João Cabral de Melo Neto, poetas brasileros que lleva entre sus lecturas entrañables y en una edición de bolsillo, antologada, traducida y publicada por su amigo Elkin Obregón, bajo su propio sello La balsa.
Después de terminar Filosofía y letras en la Universidad de Antioquia, Felipe se aventuró en un viaje austero pero ambicioso a la ciudad de Sao Pablo, allí estudiaría su maestría en literatura, allí concentraría su pensamiento en torno al trabajo editorial, y al volver a Medellín, no sólo comenzaría su doctorado en Humanidades en la Universidad EAFIT; en equipo con Viviana Restrepo y Elkin Obregón fundaría en 2020 un sello editorial de amigos que llamarían, Otrabalsa, en homenaje a todo lo que los unía, y a aquella pequeña editorial, La balsa, que en 1994 se había hecho a la mar bajo la comandancia solitaria de Elkin.

Otrabalsa, al igual que Felipe, es un propósito de vida con estrella propia, desde el minuto cero suma en su haber tres libros, dos proyectos y dos premios. Sin embargo, no ha sido cuestión de suerte, más que el trabajo y el empeño que los fundadores de Otrabalsa imprimen a cada cosa, ha sido la constancia, una permanente escucha al sueño que los ha guiado, y el placer de hacer libros como ellos, en su particular visión editorial, consideran que deberían ser los libros.
Para Felipe y sus socios de Otrabalsa lo importante siempre ha sido poder producir libros que honren el lugar que ha tenido la buena literatura en la historia de la Humanidad, libros que, más que cumplir con su propósito como piezas dignas de un público, rindan un reconocimiento a los autores, y a los editores como coautores de la publicación general. En este asunto debe haber maestría, no basta con hacer libros que destaquen por sus adornos, el verdadero lujo de un libro está en descubrir las ideas, las historias y las poéticas de autores que, si bien no son habituales en los grandes sellos, por no decir desconocidos, son los destinatarios de un proceso editorial cuidado, que ofrece los materiales necesariamente finos y bien logrados, para que su obra alcance el vuelo que se merece.

Para Felipe, es claro que cada publicación de Otrabalsa es una performance literaria, la calidad de las obras es una sumatoria de detalles; un libro logra la excelencia en cuanto sus partes, y elementos que lo conforman, se conjugan con el alma de la obra: el papel, el tipo de letra, los colores y diseños que caracterizan su estilo, el siempre deseable formato de bolsillo, y el proceso editorial, para que al final todo se convierta en una invocación a los lectores. De este modo, el trabajo diario de una editorial que apenas da sus primeros grandes pasos, es ir creando su propio camino. La verdadera belleza de sus publicaciones radica en la potencia con la que se moviliza la emoción de publicar, y el amor compartido desde toda la cadena de producción con los lectores finales de cada obra. Por ello hablar de calidad es hablar del minucioso esmero que hace escuela; no basta con recibir un manuscrito, revisar el estilo y luego imprimirlo, para Felipe debe existir un diálogo entre el autor, la obra, y los materiales que llevarán las ideas a la posteridad de la memoria.
Desde que Otrabalsa comenzó a navegar, sus tripulantes vieron en este lugar de sus afectos la gran posibilidad de poder vivir del trabajo editorial, sin embargo, es bien sabido que para lograrlo se requiere de tiempo, y persistencia. Por ahora, Felipe puede afirmar que los proyectos les han permitido materializar cada vez más este propósito, que, de no haber puesto manos a la obra, y la obra en el corazón, no hubieran logrado aquel premio otorgado por la Convocatoria de estímulos de arte y cultura de la Alcaldía de Medellín en 2020, con el cual lograron sus tres primeras publicaciones: Camino de inicio, de Viviana Restrepo, Caído del zarzo, de Elkin Obregón, y Piedras para Hermes, de Felipe Restrepo.
Hoy, el rumbo de la editorial traspasa lo imaginado, desde hace unos meses vienen trabajando en conjunto con Palinuro y su sello editorial Marzulipatán, en un proyecto mancomunado de acompañamiento mutuo, donde las experiencias de ambas partes suman a un nuevo horizonte: más y mejores publicaciones. Esto, gracias a que su proyecto Como en casa: de editores, libreros y escritores, ganó el Estímulo a la creación, producción y circulación Medellín con L de Letras de la Alcaldía de Medellín, 2021, lo que ha significado para todos los participantes de la iniciativa una bocanada de aire justa y necesaria para que en lugar de quemar las naves, estas encuentren su rumbo, y aquel destino al que solo se llega después de haber cruzado muchos aprendizajes.
