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  • Foto del escritorLa Mosca Luminosa

JULIANA ARANGO, Y EL TOQUE DE MARZULIPATÁN

Desde que nació Palinuro, la buena librería de libros leídos que todos conocemos, Juliana Arango ha dejado su alma, corazón y vida en cada cosa que hace en conjunto con su socio y padre Luis Alberto Arango. Hoy, ambos vienen desarrollando su propio sello editorial: Marzulipatán, y hacen parte del proyecto Como en casa: de editores, libreros, y escritores, junto a Otrabalsa editores.

Juliana Arango / Foto: La Mosca Luminosa

A falta de una editorial como Marzulipatán, el escritor británico Rudyard Kipling no pudo ver en vida la publicación de sus Cuentos de así fue. Parece exagerado decirlo, porque hoy es menos complicado publicar. Juliana Arango abre su recuerdo, pone su mirada en esas noches cuando antes de dormir, su papá le leía exactamente ese libro, como el mismo Kipling, que también lo leía con su hija. Por fortuna para los lectores del mundo, luego hubo una editorial que en 1902 le dio lugar a su voz, mejor dicho, a los animales que aparecen en sus inolvidables páginas. Así como los libros y las lecturas se heredan, publicar, es a su vez una manera de mantener una conexión, a través del tiempo, con los afectos vitales que nos sostienen.


La lectura no responde a absolutos, Juliana siempre tiene en su biblioteca personal autores y autoras que la han acompañado en cada etapa de la vida, imprescindibles, para el instante en el que lectura conjura la emoción; en este momento, Juliana podría estar leyendo el libro la conquista de la felicidad, de Bertrand Russell. Para ella, es importante sobre todo que los libros sean bellos, tanto en su exterior como en su contenido, deben mantener el equilibrio entre eso que se tiene en las manos y lo que cada sentido percibe cuando alguien decide leer uno (o varios). En este sentido, un libro no solo hace parte de la memoria, una publicación debe ser una experiencia, debe permitir el ver, el tocar y el oler; una conexión personal que atraviese al objeto hasta el sentido más profundo de la obra que contiene. A veces esas emociones pueden resumirse en la complicidad, o en las pequeñas o muy grandes dosis de amor que mantienen a un proyecto de publicación, y que inevitablemente irradia el gusto de sus creadores en cada página.


Publicaciones de Marzulipatán: Desorden alfabético(2011), Antología bisiesta(2015), Una razón suficiente(2018).

Marzulipatán, es el nombre de su más íntimo proyecto personal, una editorial que también hace parte de su socio-papá, y del universo extendido, o puerto de llegada, y de partida, que es la librería de leídos Palinuro. Como todas las cosas, personas, situaciones, como todas las palabras que dan gozo, Marzulipatán ha sido para ambos un reto, en el sentido amplio de la palabra; hoy la editorial tiene cuatro publicaciones que han traído consigo un aprendizaje diferente. Como Palinuro, Marzulipatán, es un proyecto que nace de la estrecha y bella relación que tienen como familia. Así, entre los dos, han dedicado tiempo y esfuerzo para hacer de esos libros, él como autor, y ella como ilustradora, y editora, la conjugación de un propósito personal a varias manos, es decir, la creación de objetos cargados de sentido y emoción, que finalmente, encontrarán su destino en las manos de sus amigos.


Para Luis Alberto Arango, Marzulipatán ha sido la posibilidad de escribir para publicar. Para Juliana, ha sido una forma de reivindicar la auto publicación, una excelente oportunidad para mover autores que no tienen alternativa en la gran cadena del libro. Seguramente, el libro de Kipling, tuvo que pasar por un largo proceso para llegar a su publicación, proceso que seguramente comenzó con el rechazo por parte de varias editoriales. Como editora y artista ilustradora, Juliana piensa que la editorial Marzulipatán está lejos de ver la importancia del libro desde una mera transacción económica, por el contrario, ve una manera de materializar la emoción que implica producir una idea, y todo lo que se comparte a través de su lectura, la inevitable maravilla que es como objeto vital para cada lector y para la cultura. Las casas editoriales más ranqueadas, por lo general, piden a sus autores la concesión de permisos sobre su obra, que ceda en asuntos en los que, tanto Juliana como Luis Alberto, no están interesados en conceder.


De la serie: Una razón suficiente, "Los días prestados" Collage en técnica mixta 2018

Juliana piensa que, siendo necesaria, la autopublicación también puede se un riesgo; en el afán de publicar se puede llegar a producir “cualquier cosa”. Frente a ese material que aún no está listo para salir a la luz, lo más adecuado es el tacto y el buen acompañamiento del editor, para ella, la auto publicación merece un especial cuidado, para quienes escriben como para quienes editan y producen, para que no caigan en la trampa de publicar por publicar. Un secreto detrás de la palabra Marzulipatán es la relación de confianza entre el escritor y la editora, es una invocación a ese cuidado que hace de cada detalle una parte importante del todo. Las nuevas editoriales, dice juliana, como cualquier proyecto, tienen el riesgo de fracasar, y más aún en un medio en el que cada vez hay más cantidad y menos calidad. Muchas veces las publicaciones son frías, hechas por montón y en serie, por lo que dan a pensar que el asunto de publicar es una carrera sin sentido. Por esta razón, ella dice que es importante tener en cuenta que cada libro tiene su tiempo, su momento, su espacio, y eso hay que aprenderlo a ver, y a interpretar, dejar que hable también la intuición.


Desde su mirada lectora, ella conecta su gusto personal a sus estados de ánimo, y a lo que le esté pasando en el momento, le gustan los libros de fotografía, arte, cuento, ensayo, novela, crónica, poesía… y los de su papá, ya que en estos últimos, ella se ha dado la libertad no solo de ser la editora, sino también una coautora, cuyo aporte trasciende su mirada poética, a la creación de un mundo lleno de imágenes inquietantes, y de un collage para que la imaginación de Luis Alberto pueda habitar la posteridad del corazón de sus lectores.


(De la serie: Una razón suficiente. Collages de Juliana Arango).


Hace unos meses, la editorial Marzulipatán fue invitada por la editorial Otrabalsa a participar del proyecto Como en casa: de editores, libreros y autores, el cual fue ganador del Estímulo a la creación, producción y circulación Medellín con L de Letras de la Alcaldía de Medellín, 2021. Esta invitación ha significado para ella y para Luis Alberto Arango conocer sus debilidades y fortalezas, en el sentido de la formación, es para ellos el encuentro con otros, siempre en beneficio del crecimiento mutuo. Las diferencias entre Marzulipatán, y la propuesta editorial de Otrabalsa, a la cabeza de Felipe y Viviana Restrepo, son una posibilidad de nutrirse también, del conocimiento de personas que han dedicado gran parte de sus vidas profesionales a los oficios del libro, es abrir el gran angular y comprender asuntos que pasan desapercibidos por separado.


Hoy, la mirada de ojos claros que caracterizan a Juliana Arango, vibra con la convicción de que tanto palinuro como Marzulipatán, son esos lugares de la dicha donde comparte junto con su papá, lo que tanto les gusta: la conversación, el encuentro con los amigos, los libros, y todo lo que los rodea, las alegrías de lo cotidiano, también el hastío a lo que no se puede cambiar, junto a la ensoñación. Y como en un puerto, ella entiende que todo es pasajero, sin embargo, las lecturas son todo lo que quedará en el tiempo, y una historia para inspirar, o para ir a la cama. Ella cree, y sin temor a equivocarse, que para la ciudad es más o menos lo mismo.







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