La Mosca Luminosa
CABARET BAUDELAIRE, O LA REDENCIÓN DE UN MALDITO.
Por: Ronald Cano.
A propósito de la nueva temporada del Teatro Oficina Central de los Sueños.

La poesía es sin duda un viaje transdimensional al interior de uno mismo, y el poema, una bitácora de viaje. Ahora, ¿qué sucedería si viajáramos en el tiempo que nos palpita en lo profundo del ser, acompañados por Calíope, musa de la poesía y el poeta maldito Charles Baudelaire? Podría tratarse, quizás, de un ir y venir desde las entrañas de una gran historia hasta la vida misma.
Cabaret Baudelaire, de la compañía teatral Oficina Central de los Sueños, propone justamente eso, una gran historia, un paseo íntimo por las antípodas de la poesía, un encuentro imaginario entre el público y algunas de las voces poéticas más célebres de nuestro tiempo, una experiencia para flâneurs desprevenidos, pero con la nostalgia trashumante de un poema inquieto.
Cabaret Baudelaire es toda una experiencia para los sentidos, el cuerpo asiste a un festín en el que, a través del poeta francés Baudelaire y la musa Calíope, los invitados a vivirla, experimentan la caída y el ascenso del espíritu humano en la búsqueda de una epifanía estética, la del poeta maldito.
Calíope, que lo puede todo, revive al más temido transgresor de la moral, pero también al más amado poeta de la bohemia parisina del siglo XIX, para brindarle una velada de música y poesía al mejor estilo de un cabaret, como aquellos que él solía visitar en Monmartre para animar su tormentosa vida. Allí el poeta nos invita a consumar una estancia en paraísos artificiales a cambio de una sola cosa: conocer el estado de la poesía contemporánea.
Es entonces, con este genial recurso que una compañía de teatro hábil, carismática, locuaz, y su director Jaiver Jurado, logran hacer un salto cuántico entre Poe, Jarry, el surrealismo de Bretón, el creacionismo de Huidobro, Neruda, entre otros como el mismo Baudelaire que intenta revivir, no en vano, cada uno de sus versos para superponerse a la miseria y a la enfermedad.

Dos marionetas maniqueas, que representan los dos extremos de Calíope, se van burlando de todo mientras la musa da de beber metáforas al poeta recién llegado de la muerte, para que vuelva a ella redimido de toda culpa, con la certeza de que como él otros también lograron un spleen de su propia época, y que su legado, único, dejó sus frutos en la posteridad.
Como es lógico que pase en el teatro, de la tragedia que será ir sobre los pasos del príncipe de los malditos, mientras él se entrega a Satán, y su madre lo despide con nanas, pasaremos al divertimento de seguir vivos, mas no intactos, para contemplar las dulces flores del mal, sobre todo para releerlas nuevamente, pero con otra perspectiva.
Cabaret Baudelaire nos deja con la sensación de haber asistido a un espectáculo de lentejuelas y fantasía, como ninguno, pero en el sótano del Moulin Rouge, donde en lugar de bailarinas de can-can, la nigromancia y la poesía harán que cualquiera que haya caído en el encanto de Calíope salga por las puertas del teatro, pensando en la resonancia de su recuerdo en las siguientes generaciones, entre otras elocuciones mentales y solipsismos espontáneos que invitan a volver al teatro de la Oficina Central de los Sueños para encontrarse con otra sorpresa más.

Actuación: Carlos Ríos, Arley Bedoya, Natalia Martínez, Cristina Porras, Felipe Castrillón, Jesús María Riaza. Sonido: Andrés Castañeda. Dramaturgia y dirección: Jaiver Jurado.
La temporada va de jueves a sábado, hasta el 7 de marzo de 2020. Puertas de la casa: 7:00.p.m. Teléfono: 2394179